lunes, 18 de marzo de 2024

DOMINGO DE RAMOS B 2024

EXAMEN DE CONCIENCIA - Domingo de Ramos. B 24 de marzo de 2024

 

EL SIGNO DEL POLLINO

 El Seño lo necesita

(Mc 11,3)

Jesús nos prometió que estará siempre con nosotros. El domingo de Ramos nos recuerda su venida a “nuestra ciudad” ¿Estamos dispuestos a acogerlo con fe y gratitud?

La procesión de “la borriquilla” es muy popular en nuestra Semana Santa. ¿Nos ayuda a meditar la decisión de Jesús de afrontar su pasión y su muerte por nosotros?

Jesús entra en Jerusalén aclamado por los pobres, que ven en él la misericordia de Dios, y rechazado por los que no creen necesitarlo. ¿Con quién nos identificamos nosotros?

Es interesante oír a Jesús manifestar que “necesita” el pollino. ¿Somos consciente de que el Señor necesita de nosotros para hacerse presente en nuestra sociedad?

 Los dueños del pollino se lo prestaron a Jesús. ¿Somos nosotros tan generosos para ofrecer lo nuestro de modo que él pueda llevar a cabo su misión?

El signo del pollino es más importante de lo que parece. Si Jesús necesita de nosotros ¿no deberíamos nosotros decir con la oración de Pablo VI que él nos es necesario?

¿No será esta la hora de preguntarme con qué razón me resisto yo a prestar al Señor algo de lo que considero como mi propiedad exclusiva? 

                                                                                       Jose-Román Flecha

REFLEXIÓN - Pasión de Jesús según San Marcos

 

PASIÓN DE JESÚS SEGÚN SAN MARCOS

En la liturgia del Domingo de Ramos de este año se lee la pasión de Jesús según San Marcos.  En ella encontramos estos detalles propios.  

1. Con motivo de la unción de Jesús en casa de Simón, Marcos es el único  en señalar que algunos criticaban a la mujer del perfume (Mc 14,5). Jesús afirma: “A los pobres los tenéis siempre con vosotros”. Pero Marcos añade una apostilla inquietante: “Y podéis hacerles bien cuando queráis” (Mc 14,7).

2. En el Huerto de los Olivos, Jesús encuentra dormidos a Pedro, Santiago y Juan. Solo este relato pone en boca de Jesús la expresión “¡Basta!” (Mc 14,41).  

3. Solo el evangelio de Marcos cuenta que “un joven le seguía, con una sábana sobre su cuerpo desnudo, y le cogieron. Pero él, dejando la sábana, huyó desnudo” (Mc 14,51-52). Algunos se preguntan si no sería Juan Marcos, al que se atribuye el relato.

4. En el proceso ante el tribunal judío, los testigos afirman que Jesús había dicho: “Yo demoleré este santuario hecho a mano y en tres días construiré otro no hecho a mano”. El relato añade con sarcasmo que “ni aun así era adecuado su testimonio” (Mc 14,58-59).

5. Mientras Simón Pedro reniega de su Maestro, el gallo canta dos veces (Mc 14,30.72). Es como si el autor hubiera estado allí o hubiera oído de Pedro este detalle.

6. Con motivo del proceso ante el tribunal romano, Marcos dice que Jesús “estaba atado con los sediciosos que en la revuelta habían cometido un asesinato”. El tono da a entender que aquel episodio era conocido por sus lectores. Además, es sorprendente el interés que muestra el pueblo por la liberación de Barrabás (Mc 15,7-8).

7 Con relacion a Simón de Cirene, solo Marcos señala que se trata del padre de Alejandro y de Rufo (Mc 15,21). Sus hijos debían de ser conocidos en la comunidad para la que se escribe este evangelio.

8. Tras la muerte de Jesús en la cruz, Marcos anota que el centurión reconoce a Jesús como Hijo de Dios y que Pilato se asombra de la rapidez con que se ha producido su muerte  (Mc 15,44-45). Es evidente el realismo y la inmediatez que demuestra este evangelio.

9. En la mañana de la resurrección un ángel encarga a las mujeres que transmitan un mensaje a los discípulos de Jesús. Solo el evangelio de Marcos añade como destinatario “a Pedro” (Mc 16,7), cuya negación había subrayado antes.

10. Por fin en el versículo final se asegura que aquellas mujeres “a nadie dijeron nada” (Mc 16,8). Pero parece que, de hecho, las mujeres dijeron algo. Otras tradiciones añaden que se les encomendó transmitir el mensaje de la resurrección del Señor.

 Por esos escenarios por los que discurre el paso del Justo, se arrastran también nuestros pasos. A cada uno nos corresponde un puesto en este drama del Justo injustamente ajusticiado. Cada uno tendrá que preguntarse cuál es el suyo.

                                                                José-Román Flecha Andrés

REFLEXIÓN - Domingo de Ramos. B 24 de marzo de 2024

 

BENDITO EL QUE VIENE

 “El Señor lo necesita, y lo devolverá pronto”. Con esas palabras los discípulos de Jesús han de disculpar a su Maestro, cuando alguien les pregunte en Betfagé por qué están desatando al borrico (Mc 11,1-10). 

Jesús sabe que sus discípulos van a encontrar un pollino apenas entren en la aldea. Y así ocurre en la realidad. Lo encuentran en la calle, atado junto a la puerta de una casa. Parece que Jesús tiene conocidos y amigos en el camino que va de Betania a Jerusalén, pasando por el Monte de los Olivos.  Seguramente lo ha recorrido muchas veces.

El salmo responsorial es una premonición o profecía de lo que había de ser la condena y la pasión de Jesús. Tras evocar la serie de sus tormentos, dedicamos nuestra atención al final del salmo, que proclama su señorío: “Del Señor es el reino. Él gobierna a los pueblos… Me hará vivir para él, mi descendencia le servirá” (Sal 21,29-31).

San Pablo recoge un himno en el que se canta que Cristo se rebajó hasta la muerte y por eso Dios lo levantó sobre todo y el dio el “Nombre sobre todo nombre” (Flp 2,6-11).

RAMOS Y PALMAS

El evangelio que hoy se lee antes de la procesión anota sencillamente que Jesús se sentó sobre el pollino. Seguramente, aquella acción ya dejaba entender que se trataba de un gesto significativo de la misión de Jesús.

Además, el texto nos sitúa intencionadamente en el “camino”. Había llegado la hora de que Jesús culminara su peregrinación. A lo largo de los caminos se había encontrado con los enfermos y los pobres, con los pecadores y los marginados de la sociedad.

Ahora, los peregrinos que venían acompañándolo, le rendían honores al extender por el suelo sus mantos y los ramos de palmas y de olivos.

EL REINADO DE DAVID

La tercera parte del relato, recoge los gritos de los que precedían y seguían a Jesús desde Betfagé hasta la Ciudad Santa:

• “¡Hosanna!” Esa antigua aclamación al rey (2Sam 14,4), se incluía ya en los salmos como una súplica de ayuda (Sal 118,25). En este caso era un grito de saludo y de alegría.

• “Bendito el que viene en el nombre del Señor”. También estas palabras se atribuían al rey que regresaba victorioso a Jerusalén. En esta ocasión eran muy adecuadas puesto que Jesús había venido y llegaba ahora en el nombre de Dios.

• “Bendito el reino, que viene de nuestro padre David”. Los pobres y los humildes siempre habían deseado que se recuperase el reinado de David.  Ahora, sus voces manifestaban su anhelo de un mundo de paz y de justicia.

• “Hosanna en las alturas”. Esa era una alabanza habitual al Dios Altísimo. Con motivo de la entrada de Jesús en Jerusalén, había llegado la hora de dar gracias al Señor, cuyo nombre no se podía pronunciar.

- Señor Jesús, nosotros creemos que tú llegas a nosotros en son de paz. Queremos acogerte en nuestra intimidad y en esta sociedad que pretende ignorarte. Danos la sencillez de los humildes para que podamos dar testimonio público de tu presencia y de tu mensaje. Amén.

                                                                     José-Román Flecha Andrés

CADA DÍA SU AFÁN - 23 de marzo de 2024

                           

UN MANZANO EN EL VATICANO

El día 6 de marzo ha sido plantado un manzano en los jardines del Vaticano. Estaba presente el cardenal Parolin, Secretario de Estado y el arzobispo polaco Adam Szal. 

Estaban también presentes la ministro Grażyna Ignaczak-Bandych, y Władysław Ortyl, presidente de la región de Podkarpacie. Además, junto al embajador polaco, se encontraba un buen grupo de diplomáticos acreditados ante la Santa Sede.

El cardenal Parolin describió aquel arbolito como un "monumento", es decir como un memorial de una familia que vivió el amor evangélico hasta el extremo de dar la vida por los demás. 

En efecto, el día 24 de marzo de 1944 en Markowa, en la Polonia ocupada por los nazis durante la Segunda Guerra Mundial, Józef Ulma y su esposa Wiktoria dieron alojamiento a ocho judíos de familias que conocían.

Aquella familia estaba habituada a ayudar a los necesitados y dar cobijo a judíos. Sus vecinos les advertían que con esa actitud se meterían en graves problemas. Sin embargo, Jósef solía responder: “Son personas... Nunca los rechazaré”.

Los Ulma alojaron a los judíos en el ático de su casa. Pero fueron denunciados por un vecino que se había apropiado de los bienes de aquellos judíos y, por supuesto, deseaba terminar con sus dueños.

Inmediatamente se presentó en la casa de los Ulma una patrulla de gendarmes nazis, acompañados por dos vecinos, a los que obligaron a presenciar el escarmiento que se proponían llevar a cabo.

Comenzaron matando a Saul Goldman, de 70 años, junto con sus hijos Baruch, Mechel, Joachim y Mojzesz, así como a Golde Grunfeld y su hermana, Lea Didner, con su hija pequeña Reszla. 

Después mataron a Jósef y a Viktoria, que estaba a punto de dar a luz a su séptimo hijo. Los seis niños empezaron a gritar, pero también fueron asesinados, para que no resultaran un problema para nadie, como dijeron los gendarmes.

En muy pocos minutos murieron 17 personas, contando como tal al bebé que estaba todavía en el vientre de su madre. 

Ya en 1995 el Yad Vashem de Jerusalén había reconocido como “Justos entre las Naciones” a toda la familia de los Ulma, incluido el niño no nacido. 

Por decisión del papa Francisco, el 10 de septiembre de 2023 fue beatificada esta familia de mártires, incluyendo por primera vez también al hijo no nacido.  

Por su parte, el presidente de Polonia, Andrzej Duda, ha alabado el "amor heroico" de la familia Ulma y de "miles de otros héroes silenciosos", deseando que su acto heroico sea un "faro de esperanza para todos aquellos que temen la propagación del mal en el mundo".

A los ochenta años de aquel asesinato, en los jardines vaticanos ha sido plantado un manzano, descendiente de un injerto realizado por Jósef Ulma. Es deseable que ofrezca al mundo la memoria de aquel martirio y los frutos de la paz.

                                                                    José-Román Flecha Andrés

 

martes, 12 de marzo de 2024

DOMINGO 5º TIEMPO DE CUARESMA B 2024

EXAMEN DE CONCIENCIA - Domingo 5º de Cuaresma. B - 17 de marzo de 2024


 

VER A JESÚS 

 Queremos ver a Jesús

(Jn 12,21)

1.      ¿Qué tiene Jesús para atraer, también en nuestros días, la atención de muchas personas que parecen alejadas de la fe?

2.      Al  mismo tiempo, ¿por qué algunos cristianos no parecen tan interesados en conocer a Jesús?

3.      Para conocer de verdad a Jesús es necesario leer y meditar los evangelios. ¿Por qué los leen algunos cristianos y por qué los ignoran otros?

4.      Felipe y Andrés informaron a Jesús sobre los griegos que lo buscaban. ¿Procuramos  nosotros hacer de puentes entre él y las gentes que lo buscan?

5.      Para conocer a Jesús no basta con leer. ¿Hemos comprendido que a Jesús no nos acercan los argumentos, sino un encuentro personal?

6.      ¿Qué debería hacer la Iglesia en este tiempo y en esta cultura para facilitar este encuentro de las gentes con Jesús?

7.      ¿Y yo qué hago para buscar sinceramente a Jesús y para acercarle a todos los que lo buscan? 

                                                                   Jose-Román Flecha

REFLEXIÓN - Domingo 5º de Cuaresma. B 17 de marzo de 2024

 

EL GRANO DE TRIGO Y EL SURCO

 “Ya llegan días en que haré con la casa de Israel y la casa de Judá una alianza nueva”. Así comienza el oráculo divino que Jeremías transmite a su pueblo (Jer 31,31-34). En los domingos anteriores la liturgia cuaresmal nos ha presentado las sucesivas alianzas de Dios con Noé, Abrahán, Moisés y el pueblo deportado a Babilonia.  

Tras la muerte de Salomón el reino que David había unido se dividió. Sin embargo, el profeta anuncia que Dios promete mantener su alianza con el reino del norte y con el reino del sur. Sus gentes regresarán del destierro, comprenderán que Dios perdona sus pecados y lo reconocerán como su Dios.   

Haciéndonos eco de esta promesa, nosotros hoy suplicamos con el salmo “Miserere”: “Oh Dios, crea en mi un corazón puro, renuévame por dentro con espíritu firme; no me arrojes lejos de tu rostro, no me quites tu santo espíritu” (Sal 50).

Por otra parte, ya cerca de la celebración de la Semana Santa, leemos en la carta a los Hebreos que sufriendo, Cristo aprendió a obedecer (Heb 5,7-9).

LA HORA DE LA ENTREGA

El evangelio de Juan nos sitúa en Jerusalén tras la entrada de Jesús, acompañado por las gentes que lo aclaman como “el que viene en nombre del Señor, el Rey de Israel” (Jn 12,13).

Entre los llegados a Jerusalén por las fiestas de Pascua hay unos peregrinos que se acercan a Felipe y le manifiestan su deseo: “Señor, quisiéramos ver a Jesús”. Felipe consulta con Andrés, el hermano de Simón Pedro, y ambos se lo transmiten a Jesús.

El evangelio nos da a entender que esos peregrinos representan a toda la humanidad que busca al Mesías. Pues bien, al oír la noticia del interés de esos peregrinos, Jesús expresa que esa es la señal de que ha llegado su hora: la hora de su muerte y de su glorificación.

Además, Jesús pronuncia una alegoría con la que pretende transmitir el significado de su entrega. Es preciso que el grano de trigo muera en el surco para llegar a producir fruto en abundancia (Jn 12,20-33). Es evidente que Jesús conoce y acepta el destino que le espera. Y afirma que su muerte será fuente de vida para todos los que crean en él.

VER Y SEGUIR A JESÚS

De todas formas, nosotros no deberíamos olvidar la frase con la que los peregrinos solicitaron la ayuda de Felipe. En ella se refleja el deseo que debe señalar la veracidad de nuestra búsqueda y el inicio de nuestra fe.  

• “Queremos ver a Jesús”. Esa aspiración manifiesta en nuestros días la decisión de los cristianos más comprometidos con su fe. Con ella revelan a los demás su deseo de participar en la misión y en la gloria definitiva del Hijo de Dios.

• “Queremos ver a Jesús”. Esa expresión se encuentra a veces en labios de los no creyentes. Ruegan a la Iglesia que les facilite el acceso al Señor en quien ella dice creer. Y le reprochan que no viva de verdad su fe y oculte a Jesús a los ojos del mundo.

• “Queremos ver a Jesús”. Esa frase debería ser la humilde confesión de una comunidad que anhela el encuentro con su Señor, pero se ve enredada en problemas y preocupaciones que dificultan su camino de fe.

            - Señor Jesús, hoy nos interpela la palabra de aquellos peregrinos que te buscaban.  Queremos seguirte en esa decisión de aceptar la hora de tu entrega. Y queremos hacer nuestra la súplica que entonces pronunciaste: “Padre, glorifica tu nombre”. Como nos enseñaste en tu oración, también nosotros pedimos que se cumpla su voluntad. Amén.

                                                                                  José-Román Flecha Andrés

 

CADA DÍA SU AFÁN - 16 de marzo de 2024

 

              PADRE, ENVÍANOS PASTORES

Son muchas las comunidades católicas que se lamentan de no tener ya un párroco o de verse obligadas a compartir uno entre varias parroquias. En el mundo occidental son cada vez más numerosas las poblaciones que van aprendiendo por experiencia cómo se sienten los creyentes de los “países de misión”, en los que se ve un sacerdote una o dos veces al año.

En torno a la celebración de la fiesta de San José, la mayoría de las diócesis celebran el “Día del Seminario”. Mientras que en algunos países los seminaristas se cuentan por millares, en España estamos viendo cómo disminuyen en unas diócesis que en tiempos no lejanos ordenaban sacerdotes “para el mundo”.

Son muchas las causas que han contribuido a la escasez de sacerdotes, sobre todo en Europa y más concretamente en España. No es este el momento ni el espacio para lamentarse ni para dirigir acusaciones y reproches a diestra y siniestra. Es el momento para repensar nuestra forma de entender la presencia de la Iglesia y la pertenencia a la misma.

Es el momento para orar con toda sinceridad, con humildad y con fe: “Padre, envíanos pastores”. Ese es precisamente el lema elegido este año por la Conferencia Episcopal Española para la campaña de presentación y promoción del seminario de cada diócesis. Es un lema que expresa al mismo tiempo nuestra necesidad y nuestra confianza.

Según el Catecismo de la Iglesia Católica, “el sacerdocio ministerial está al servicio del sacerdocio común, en orden al desarrollo de la gracia bautismal de todos los cristianos” (n. 1547). Ni los sacerdotes ni los fieles del pueblo de Dios deberíamos olvidar esta ordenación, este envío y este ministerio con vistas al “servicio” de todos los bautizados.

El mismo Catecismo recoge las palabras del Concilio Vaticano II en las que se dice que los elegidos, “en virtud del sacramento del orden, quedan consagrados como verdaderos sacerdotes de la Nueva Alianza, a imagen de Cristo, sumo y eterno sacerdote, para anunciar el evangelio a los fieles, para dirigirlos y para celebrar el culto divino” (n. 1564).

La conciencia de la necesidad de ese “servicio” nos lleva a orar con insistencia para que el Señor envíe obreros a su mies. Nos impulsa a participar creativamente en el “fomento” de las vocaciones al sacerdocio, como se decía en otro tiempo. Y nos exhorta a descubrir y a apoyar activamente al Seminario como el hogar, el taller y el santuario en el que se preparan los llamados a ser los servidores y pastores del pueblo de Dios.

José-Román Flecha Andrés

martes, 5 de marzo de 2024

DOMINGO 4º DE CUARESMA B 2024

EXAMEN DE CONCIENCIA - Domingo 4º de Cuaresma. B 10 de marzo de 2024


EL AMOR DE DIOS 

 “Tanto amó Dios al mundo que entregó a su Hijo único

 para que no perezca ninguno de los que creen en él,

 sino que tengan vida eterna

(Jn 3,16)

1.      Parece que para muchas personas es difícil creer que Dios ha amado a este mundo. ¿De dónde puede proceder esa dificultad?

2.      El signo supremo del amor de Dios es que ha entregado a su Hijo único. ¿Vemos a Jesús como la señal última y definitiva del amor de Dios al mundo?

3.      Quienes dicen que no creen nada, en realidad creen en muchas cosas y en muchas personas. ¿Hemos descubierto que para vivir necesitamos creer en alguien y ser creídos por los demás?

4.      Perecer no es solamente ir a parar al infierno. Es perder el sentido de la vida ¿Estamos convencidos de que creer en Jesús nos libera de perecer?

5.      ¿Hemos comprendido que, frente al riesgo de perder la vida y su sentido, la fe en Jesucristo nos asegura la posibilidad de tener vida eterna?

6.      ¿Alguna vez en la vida hemos tenido la ocasión de anunciar a otras personas, tal vez atribuladas, que Dios nos ama?

7.      ¿Y yo estoy seriamente decidido a creer y anunciar que Dios nos ha mostrado su amor, al entregarnos a Jesús?

                                                                             Jose-Román Flecha

REFLEXIÓN - Domingo 4º de Cuaresma. B 10 de marzo de 2024


LA LUZ Y LA VERDAD

 “Todos los jefes de los sacerdotes y el pueblo multiplicaron sus infidelidades según las costumbres abominables de los gentiles y mancharon la casa del Señor que él se había construido en Jerusalén” (2 Cró 36,14-23).

El Señor les fue enviando avisos por medio de los profetas, que fueron despreciados hasta que ya no hubo remedio. Los caldeos invadieron la tierra, incendiaron el templo, derribaron las murallas de Jerusalén y se llevaron muchos cautivos a Babilonia. Allí fueron esclavos, hasta que Dios envió como libertador a Ciro, rey de Persia.

En el salmo responsorial escuchamos el eco de aquellos deportados, que en la amargura de su destierro se atrevían a cantar: “Si me olvido de ti, Jerusalén, que se me paralice la mano derecha. Que se me pegue la lengua al paladar, si no me acuerdo de ti, si no pongo a Jerusalén en la cumbre de mis alegrías” (Sal 136).

La segunda lectura nos recuerda que Dios es rico en misericordia y, a pesar de nuestros pecados, nos ama hasta el punto de hacernos vivir con Cristo (Ef 2,4-10). 

TRES AFIRMACIONES

En el evangelio que se proclama en este cuarto domingo de cuaresma evocamos cómo Jesús anuncia que habrá de ser elevado en alto, como la serpiente de bronce que Moisés plantó en el desierto.  Él dará la vida a los que crean en él (Jn 3,14-21).

 En aquella conversación nocturna con Nicodemo encontramos tres afirmaciones sobre Dios, que son otras tantas enseñanzas sobre Cristo y sobre el hombre:

• Dios ama a este mundo y al hombre que él ha creado. Y lo ama hasta el punto de entregarle a su propio Hijo, para que no perezca ninguno de los que crean en él. 

• Dios no tiene la intención de juzgar al hombre. Es el mismo hombre quien determina su propio juicio, en virtud de su fe o de su increencia en el Hijo de Dios.

• Dios no envió a su Hijo al mundo para juzgarlo. Lo envió con el deseo de que el mundo y el hombre puedan encontrar en él la salvación.   

LA VERDAD Y LA LUZ

 En aquella larga conversación entre Jesús y Nicodemo sobresalen los dos temas de la luz y la verdad, que tanta importancia tienen a lo largo del evangelio de Juan.

• “El que obra el mal detesta la luz, y no se acerca a la luz, para no verse acusado por sus obras”. En toda sociedad se puede observar que la mayor parte de los delincuentes prefieren las tinieblas para actuar.  En este contexto, esa observación nos indica que la luz del Evangelio revela lo que la persona es en el fondo de su alma.

• “El que obra la verdad se acerca a la luz, para que se vea que sus obras están hechas según Dios”.  En esta sociedad marcada por el relativismo se piensa que la verdad depende de la opinión de cada uno, del flujo de la moda o del dictado de las ideologías. En este caso, se nos dice que luz de Cristo revela si somos de la verdad y vivimos en la verdad.

- Señor, Jesús, nosotros no deberíamos ignorar a los profetas que nos anuncian la verdad. Creemos que tú has sido enviado al mundo para nuestra salvación.  Que esta fe nos ayude a vivir siempre guiados por la luz de tu palabra. Solo así podremos producir las obras de bondad que tú esperas de cada uno de nosotros. Amén.    

                                                                       José-Román Flecha Andrés

 

CADA DÍA SU AFÁN - 9 de marzo de 2024



                              LOS EMBRIONES SON NIÑOS

Los medios de comunicación han transmitido una noticia que ha suscitado los comentarios más diversos.  El Tribunal Supremo del estado  norteamericano de Alabama ha declarado que los embriones congelados son niños.

Como se sabe, en un proceso de fecundación asistida extracorpórea se fecunda siempre más de un óvulo. No todos los embriones son implantados en el seno de la mujer que desea ser madre. Esos embriones “sobrantes” son conservados en nitrógeno liquido, a bajísima temperatura.

Hace algún tiempo, una interrupción de la energía eléctrica durante un fin de semana hizo que en un centro americano de fertilización asistida se perdieran todos los embriones congelados. Las personas que los habían confiado a la custodia del centro, lo denunciaron por aquel descuido. Pérdidas semejantes han tenido lugar en Valencia y Alicante.

Posteriormente, en el año 2020 un paciente entró por un acceso no vigilado al Centro de Medicina Reproductiva en la ciudad de Mobile. En él se conservaban embriones congelados a la espera de ser implantados en el seno de las mujeres que habían contratado el proceso de la fecundación asistida.

Al tratar de extraer algunos embriones, aquel intruso sufrió graves quemaduras en sus manos por congelación y derribó un contenedor. El hecho determinó que tres parejas presentaran una demanda por “asesinato culposo” de los embriones que tenían en el centro. Para ello se apoyaban en la llamada Ley de Muerte Injusta de un Menor.

Un tribunal dictaminó que esa ley no permitía calificar el hecho como asesinato. Los denunciantes no se consideraban como padres, puesto que los embriones no eran personas y no podían ser calificados como hijos.

 Sin embargo, el día 16 de febrero de este año 2024, el tribunal supremo del estado de Alabama ha dictaminado que esos embriones han de ser considerados como niños, en cualquier  periodo de tiempo en que se encuentren.  

La decision ha encontrado la oposición inmediata de las organizaciones abortivas. Pero también ha suscitado el asombro de muchas parejas, que nunca habían considerado como “hijos” a los embriones que tenían congelados a la espera de que pudieran ser implantados en el momento oportuno o en caso de fracaso de los ya implantados.

Para muchas personas, este dictamen del tribunal supremo de Alabama es una consecuencia de la decisión de la Corte Suprema de los Estados Unidos, en el llamado fallo Dobbs del 24 de junio del 2022. Una decisión que desautorizaba la célebre sentencia emitida el 22 de enero de 1973 por la misma Corte con motivo del caso Roe vs. Wade.

Por supuesto, en esta ocasión no han faltado quienes han criticado el dictamen de Alabama de nacer bajo la influencia de prejuicios religiosos. Como se ve, sigue en pie la debatida cuestión sobre el estatuto del embrión.

                                                                               José-Román Flecha Andrés

 

lunes, 26 de febrero de 2024

DOMINGO 3º DE CUARESMA Ciclo B - 2024

EXAMEN DE CONCIENCIA - Domingo 3º de Cuaresma. B 5 de marzo de 2024

 

EL TEMPLO


 

 “Destruid este templo, y en tres días lo levantaré”

(Jn 2,19)

1.      Jesús quería limpiar de traficantes el templo de Jerusalén. ¿No necesitarán nuestros templos y nuestras estructuras una nueva limpieza?

2.      El gesto de Jesús necesariamente tenía que resultar escandaloso para muchos que tenían intereses en las ventas y en los cambios. ¿Nos ayudará este relato evangélico a examinar el motivo de nuestros habituales escándalos?

3.      El evangelio de Juan trata de contraponer el misterio de Jesús a las instituciones de Israel. ¿Qué significa reconocer a Jesús como el nuevo y definitivo templo de Dios?

4.      Jesús no invitaba a destruir el templo de Jerusalén, como algunos sospechaban. ¿No habrá que preguntarse seriamente por el sentido de las palabras evangélicas?

5.      ¿Qué situaciones, leyes o ideologías nos llevan a pensar que hoy se está tratando de destruir el templo de Dios?

6.      Jesús promete levantar en tres días el templo de su cuerpo. ¿Cómo estamos anticipando en la cuaresma la celebración de la Pascua?

7.      ¿Estoy dispuesto personalmente a respetar y promover el respeto al cuerpo, templo de la presencia de Dios en nuestra vida?

 

                                                                                   Jose-Román Flecha

 

REFLEXIÓN - Domingo 3º de Cuaresma. B 3 de marzo de 2024

 

MANDAMIENTOS Y LIMPIEZA

 “No tendrás otros dioses frente a mí. No te harás ídolos… No te postrarás ante ellos ni les darás culto” (Éx 20,1-17). Después de la alianza de Dios con Noé y con Abraham, que se evocan en los dos primeros domingos de Cuaresma, hoy se nos recuerda la alianza de Dios con Moisés y con su pueblo.

Dios había liberado a Israel de la esclavitud que padecía en Egipto. Solo él podía suscitar el anhelo de la libertad. Una libertad que ha de ser conquistada mediante la fidelidad a la voluntad del Dios que nos libera.

Todos los ídolos que nos fabricamos nos llevan a una nueva esclavitud. El salmo responsorial nos dice que “los mandatos del Señor son rectos y alegran el corazón; la norma del Señor es límpida y da luz a los ojos” (Sal 18,9).

San Pablo conocía muy bien a los judíos y a los griegos. Los judíos esperaban signos prodigiosos y los griegos buscaban una nueva sabiduría. El misterio de Cristo que él predicaba era rechazado por unos y por otros. Sin embargo, él afirma que en el Crucificado se manifiesta la fuerza y la sabiduría de Dios (1 Cor 1,22-25). 

EL TEMPLO Y EL CUERPO

La primera frase del evangelio que hoy se proclama anticipa ya la celebración de la Pascua (Jn 2,13-25). Jesús llega al templo de Jerusalén, ve que sus atrios se han convertido en un mercado y decide expulsar de allí a los traficantes.

• Jesús enseñaba que el templo no podía ser convertido en una plaza de negocios. También hoy quiere una Iglesia limpia y que sus fieles respeten lo sagrado.

• Jesús deseaba que la casa de Dios fuera un lugar de oración. Hoy espera de sus discípulos que se acerquen a Dios en todo tiempo y en todo lugar.

• Jesús se refería a su propio cuerpo y lo identificaba con el templo de Dios. También hoy nos exhorta a respetar nuestro cuerpo y el de los demás.

Este episodio de la purificación del templo nos prepara para la celebración de la muerte y resurrección de Jesús. El templo de su cuerpo sería destruido, pero al tercer día sería restaurado y resucitado para nuestra salvación y nuestra esperanza.  

LA FE Y LA VERDAD  

El relato evangélico concluye anotando las diversas reacciones de los que escuchaban a Jesús y subrayando la sabiduría del Maestro.   

• Muchos de los presentes creyeron en su nombre, viendo los signos que hacía. Las gentes esperaban y pedían signos y milagros para poder creer. Algo semejante ocurre también en nuestros días. Pero el evangelio nos indica el camino contrario. Solo si tenemos fe en el Señor veremos los signos y prodigios que él realiza en nosotros.

• Jesús conocía las actitudes de quienes lo seguían. Nosotros nos dejamos seducir por la publicidad. Casi siempre juzgamos a las personas y a los movimientos por su apariencia. El Señor nos exhorta a vivir en la verdad y a no juzgar a las personas tan solo por su figura. Nuestra fe no puede apoyarse en los gestos exteriores.

- Señor Jesús, nosotros sabemos que los mandamientos reflejan los valores que realizan a la persona y promueven la concordia en la sociedad. Tú no has venido a abolir esos ideales de conducta. Ayúdanos a liberarnos de los ídolos que nos seducen. Y límpianos del egoísmo y de la mentira, para que que seamos templos de tu gloria. Amén.   

José-Román Flecha Andrés


CADA DÍA SU AFÁN - 2 de marzo de 2024

 

AÑO DE LA ORACIÓN

El papa Francisco ya ha comenzado a prepararnos para la celebración del próximo Año Santo, que dará inicio el día de Navidad del 2024 y terminará el día de la Epifanía del 2026.

1. El lema del Año Santo “Peregrinos de Esperanza”, ha sido incorporado al himno, compuesto por el teólogo Pierangelo Sequeri y musicalizado por Francesco Meneghello: “Llama viva para mi esperanza, que este canto llegue hasta ti; seno eterno de infinita vida, me encamino, yo confío en ti”.

En el logo se ven cuatro personas que representan a cuatro continentes en camino hacia una cruz que se inclina para recibirlos. El himno se hace eco de esa imagen cuando se dirige al Padre para proclamar que “toda lengua, pueblos y naciones hallan luces siempre en tu Palabra. Hijos, hijas, frágiles, dispersos, acogidos en tu Hijo amado”.

2. Tanto la imagen como el canto del Año Santo evocan dos pasajes que se encuentran en el libro de Isaías. El profeta veía a los hombres y mujeres, que convocados por la Palabra de Dios, dirigían su mirada y sus pasos hacia Jerusalén: “El pueblo que caminaba en tinieblas ha visto una gran luz” (Isaías 9,1).

En otro texto que leemos en la fiesta de la Epifanía, se escucha una urgente invitación dirigida ahora a la Santa Ciudad: “Levántate, revístete de luz, porque viene tu luz, la gloria del Señor resplandece sobre ti” (Isaías, 60,1).

Ha sido un acierto elegir el tema de la esperanza, en esta época. Este principio del nuevo milenio que comenzábamos cargados de entusiasmo, aparece cada día marcado por el desaliento y por la acedia, por el cansancio y la frustración.

3. En la misa celebrada en la Basílica de San Pedro, el día 21 de enero, de 2024, Domingo de la Palabra de Dios, el Papa nos exhortó a escucharla con atención y a proclamarla con fidelidad y diligencia.

Después de rezar el Ángelus con los peregrinos reunidos en la Plaza, dijo que “los próximos meses nos conducirán a la apertura de la Puerta Santa, con la que comenzaremos el Jubileo”.

Y a continuación, nos pidió que intensifiquemos la oración “para prepararnos a vivir bien este acontecimiento de gracia y experimentar la fuerza de la esperanza de Dios”. No es ociosa esa invitación a recuperar la niña esperanza, como la llamaba Charles Péguy.

Así pues, desde ese Domingo de la Palabra de Dios hemos comenzado el Año de la oración. Por tanto, este ha de ser “un año dedicado a redescubrir el gran valor y la absoluta necesidad de la oración en la vida personal, en la vida de la Iglesia y en el mundo”.  

                                                                            José-Román Flecha Andrés